sábado, 1 de octubre de 2016

CERRANDO LA CONVOCATORIA DEL JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE




Tres generaciones haciendo roscos de limón.  Año 2011.
Mi hija Elisabet, mi nieta Paula y yo.


Ya me toca cerrar esta convocatoria y pasar el testigo a nuestro amigo Juan Carlos que nos convoca para el jueves día 6 de octubre. Quiero agradecer a todos los jueveros que me han acompañado y a los que no han podido pero nos han visitado y dejado sus comentarios. Hemos tenido una gran variedad de recuerdos, en algunos casos similares, con nuestras abuelas siempre presentes cuando nos perdemos en aquella niñez tan añorada. Hemos olido un exquisito guiso de lentejas, hecho con mucho cariño, como se debe hacer siempre, a fuego amoroso, con unos polvos mágicos, así nos ha contado Montserrat. Estuvimos en una cocina con cuatro generaciones haciendo "nuégados", que salieron tan ricos como los que se hacían en Membrilla. Tracy volvió por unos minutos a la cocina de su abuela para pelar y machacar los ajos del cocido. Con Alma sí que hemos cocinado con amor, una receta que no solo alimenta el cuerpo, también el espíritu, una receta que satisface plenamente. Mónica nos ha hecho sentir en verso, y no me digáis que no os habéis relamido con las exquisiteces que nos ha nombrado Juan en su relato, con ese divertido final que a todos nos ha sorprendido. Y qué decir de las letras que nos envuelven con esa poesía que identifica cada escrito de Rosa, aquella época de madres prestidigitadoras que lograban hacer tortillas sin huevo y llenaban nuestros sentidos con los olores y sabores de las especias dulces, del azúcar haciéndose caramelo, de los guisos cocinados al amor del carbón. En la cocina de Juan Carlos se han guisado mil y una sopas que han logrado que un papanatas engreído haya sucumbido sin saber que cada una de ellas era el método de Cherri para olvidarse de la insatisfacción que el muy torpe no lograba solucionar. Las natillas de la madre de Carmen, tan parecidas a todas nuestras natillas, que nos evocan los mismos recuerdos y hasta podemos saborearlas, qué suerte tenemos de poseer esos momentos grabados en nuestra mente y guardados en el corazón. Y cómo voy a olvidarme del erotismo que nos han relatado Yessy Kan mientras se preparaba ese sushi que tuvimos que dejar para después de los besos, o las ansias devoradoras de María Perlada, dispuesta a disfrutar sin miedos, decidida a tocar el cielo al morir solo un poquito, y por último nuestro querido amigo Dermiurgo que no se inspiraba pero que al final el guardapolvo (que algo tendrá que ver el nombre de la prenda) de una científica y una receta más de laboratorio que  de cocina, le han despertado a las musas y nos ha obsequiado con un capítulo nuevo de Anita Zinc. 

Hasta una próxima vez y nos seguimos encontrando los jueves en los blogs de los anfitriones.

Un abrazo a todos mis amigos jueveros.

Leonor




6 comentarios:

Tracy dijo...

Un placer haberte tenido como "jefa" de este jueves.a la vez que te agradezco el tiempo que os has dedicado.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Felicitaciones Leonor por el éxito de esta convocatoria y gracias por el tiempo y cariño dedicado en tu impecable conducción. Le has puesto broche de oro con esta foto en la que nos has abierto la puerta de tu cocina y familia. Muy generoso de tu parte.
=)
Nos encontramos entonces en lo de Juan Carlos.
Un fuerte abrazo!

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Tenía una idea inicial, que no funcionó. Por suerte tenía también una idea alternativa, que fue surgiendo. Así pude participar de tu convocatoria. Y que mi relato haya sido uno de los mencionados en tu resumen de cierre. Y con tan interesante reseña.
Felicitaciones por tu jueves.

Juan Carlos Celorio dijo...

Pues tomo el relevo, aunque difícil me lo has puesto tras este jueves tan apetitoso que aún estoy a medias de leer.
Muchas gracias y un abrazo hasta el jueves.

Manolo Ruiz- dijo...

Ha sido una delicia seguir los trabajos aportados en esta convocatoria, con un tema tan cercano, pero, al mismo tiempo, tan difícil de enfocar de manera novedosa, como todos han hecho.
Y el cierre, precioso, con una detallada recopilación y esa imagen familiar maravillosa.

Juan L. Trujillo dijo...

Gracias por haber permitido traer al recuerdo ese tiempo que irremediablemente se perderá, a no ser que personas como tú, se empeñen en que sus hijas y sus nietas lo sigan recordando.
Pero me temo que la prisa, esa puñetera compañera actual, se lleve por delante todo esa enorme enseñanza culinaria de la tierra de cada uno.
Gracias por tu dedicación y cariño.
Un beso.